Después de un fin de semana de mucha reflexión por todo lo que está pasando en el mundo, comienzo la semana con esperanza de que las cosas cambien (no sé bien cómo) pero lo que sí sé es que cada uno tiene que aportar su granito de arena para conseguir la Paz que hace falta.
Las habitaciones de los niños me chiflan, porque aparte de ser el lugar para descansar no deja de ser el lugar de estudio, juegos y una fábrica de sueños.
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